sábado, 24 de marzo de 2012

Lo que no se ve


Las hojas de la zanahoria, son lo que vemos en la plantación, pero no son la zanahoria en sí misma. 
                                                
La parte invisible comienza más allá de la conducta (visible), cuando nos cuestionamos qué es lo que el niño/adolescente piensa, qué es lo que siente, cuáles son sus deseos, cuáles sus miedos, de dónde viene, a dónde quiere ir, a dónde puede ir… y entonces estamos en lo que se esconde, lo que está bajo tierra, corazones de patata, zanahorías o remolacha, el lugar de las emociones. 

Acercarse desde esta perspectiva a niños y adolescentes con trastorno de conducta es una tarea compleja que implica  acercarnos no solamente a la conducta, sino también a la persona, al elemento subjetivo del problema. Y la forma de acercarnos a las personas es hacerlo desde nuestra  propia subjetividad, asumir el compromiso de implicarnos en su evolución, “afectarnos” en la relación para poder “afectar” al otro con nuestra ayuda.  

Existe actualmente una  tendencia a culpabilizar a los diferentes agentes que intervienen con niños y adolescentes con problemas comportamentales: padres, profesionales de la clínica, maestros, la escuela, instituciones públicas, medios de comunicación, modalidades de ocio... 

Esto posiblemente sucede así por lo que esta problemática tiene de cuestionador del funcionamiento familiar y del funcionamiento social, como sintomatología de la sociedad actual. Sin embargo, el sentimiento de culpa no nos permite avanzar, nos paraliza y nos bloquea.

Por ello desde Alia Sanco apelamos a que frente a las "culpas" nos acerquemos prioritariamente al ejercicio de las  responsabilidades de cada uno en el análisis y en el tratamiento de una problemática que cuestiona directamente el futuro de nuestros hijos y  de nuestra sociedad.

martes, 13 de marzo de 2012

Denuncia a sus padres


En estos días ha salido en prensa el caso de una menor de quince años que ha denunciado a sus padres por detención ilegal. La menor según la consejera estaba internada (a partir de la denuncia de los hechos) en una casa de acogida y el motivo por el que el padre le impuso el castigo parece estar en la supuesta tenencia de drogas de la menor.

        Imaginando que todo fuera tal cual y que la información nos llegase libre de contaminación, una situación de este tipo, es muy difícil de manejar dentro de la familia. No suele ser normal que estos episodios se produzcan en los hogares. Los padres a veces nos encontramos con comportamientos que tienen una complicada solución. Cuando trabajas con menores en conflicto y te vas formando te acostumbras a estas situaciones violentas (éstas se producen con asiduidad). A partir de haberte encontrado con muchas situaciones así, vas viendo que algunas formas de abordaje son mas efectivas que otras. En un trabajo con menores, por mucha que sea la implicación, la carga emocional no es la misma que la de unos padres,  no es ni parecida. Nosotros pensamos que una niña de quince años, que actúa de esta manera, ha ido pasando por etapas en las que su forma de actuar se ha visto reforzada por el ambiente. Sus comportamientos han sido útiles para sus fines, ha ido ganando terreno poco a poco y ha acabado teniendo conflictos con sus entorno.

        Hay que tener en cuenta que la información es escasa, y una parte muy importante de la intervención es la información. Aun así vertemos aquí algunas ideas a tener en cuenta, que pueden o no confirmarse en este caso.

       Cuando se trabaja con menores el castigo es una medida que es  aconsejable descartar. Existen otro tipo de estrategias que es cierto que tienen mejor resultado. Pero, ¿cómo manejar una situación tan alarmante como esta en el ámbito familiar?. Quizá el castigo sea una medida útil en cuanto que es efectiva al momento. Si aplico un castigo al momento queda mitigada la conducta. Pero ¿qué coste tienen los castigos? . Algunos  castigos pueden ser vejatorios, pueden disminuir la confianza de la persona a la que se aplican; puede generar traumas por la contundencia de estos; genera relaciones de autoridad-sumisión, disminuyen la capacidad de reflexión y otras.. Nuestra propuesta consiste en aplicar medidas educativas, invitando a la reflexión de que las conductas tienen consecuencias y están más orientadas a  medidas  a largo plazo. Utilizarnos a nosotros mismos y a personas significativas del entorno como ejemplo de  personas saludables, sanas y felices, proponemos participar en actividades de ocio sano, influir a través del dialogo con el menor, escuchar las inquietudes y problemas, dedicar tiempos, informarnos en la escuela o la situación que tiene, estudiar las posibilidades del lugar de residencia, etc.

         Nos preguntamos en qué punto está la relación padres-hija para que se produzcan denuncias de este tipo. Apoyamos la estructuración familiar y la utilización  de herramientas adecuadas de actuación. Nos apoyamos en la comunidad como elemento protector.

       Estos casos y otros son de mucha dificultad necesitando tiempo y dedicación en la intervención (medidas inmediatas no suelen resolver nada). Lo que ha sido consecuencia de muchos años, necesita de tiempo para revertirse. Es necesario armarse de valor, paciencia y si es posible de apoyos para conseguir cambios, en definitiva, una transformación.   

miércoles, 15 de febrero de 2012

El nudo Gordiano

Aquel que Gordio, rey de Frigia , ofreció al templo de Zeus,  y que unía el yugo de sus bueyes junto a su lanza en una maraña que escondía sus cabos dentro del mismo. Nudo imposible de desatar que daría, a aquel que fuese capaz de tal gesta, el imperio y que Alejandro Magno cortó.

El nudo gordiano es símbolo de lo imposible, de aquello que se deshecha por dificultad. También es recurrente de aquellas opciones que no se han tenido en cuenta, de otras soluciones, otra oportunidad.